Conseguir lo que anhelas se torna una misión imposible cuando no estás dispuesto a apuntar todos tus esfuerzos en una única dirección, para evitarlo necesitarás tomar decisiones personales que nadie más podría tomar por ti.
Y la forma más fácil que conozco de tomar decisiones es apoyándote en tus valores personales. Cuando tienes muy claro qué es lo más importante para ti, tomar una decisión se torna realmente fácil. El problema es que la mayor parte de la gente no tiene ni la menor idea de que es importante para ella, aunque crea que sí. En estos casos, decidir puede volverse una tortura donde la duda, la incomodidad y la inseguridad puedes arruinar tu paz interior.
Si quieres tomar mejores decisiones y de una forma exponencialmente más fácil, la solución es tener una enorme claridad sobre tus principios en la vida y tus valores.
Qué es decidir
Decidir es tomar un camino definitivo, elegir entre varias opciones. Por lo que tomar decisiones en tu vida marcará la diferencia entre el progreso y el estancamiento.
Decisiones extremas
A veces la vida te pone entre la espada y la pared, sabes que necesitas tomar una decisión y de ella dependerá lo que vivas a continuación.
Quizás por eso tantas personas prefieren no hacerlo, procrastinan y dejan que se diluya el problema en el tiempo. Lo grave de esta actitud es que tendrás que lidiar con las consecuencias sin haber participado de la elección.
Decidir es elegir, tomar posición y responsabilizarte de lo que ocurra por dicha elección.
Esconder la cabeza como un avestruz no ayudará y culpar a otros o hacerlos responsables, tampoco.
Si te pones firme, tomas tus decisiones y avanzas por el camino que crees correcto, como mínimo habrás ganado la confianza en ti que pocas cosas te dan como sentirte capaz de resolver problemas.
Decisiones que cambian la vida
Escaparte no es la mejor alternativa, y si se trata de tu propia vida, mucho menos.
Cuando estás en un proceso de autoconocimiento o inicias un cambio buscando tu trasformación personal, querrás avanzar en tu viaje y no quedarte atascado.
La mejor forma de hacerlo para salir del estancamiento es empezar con las decisiones que más aceleran tus resultados. Te mostraré algunas decisiones por las que puedes empezar para asegurar que tu cambio sea sólido y sostenible.
Suelta el pasado
Déjalo ir, ya no puedes hacer nada con lo que sucedió o no sucedió.
Si no puedes cambiarlo, de qué te sirve seguir atado a él. Es mil veces más enriquecedor enfocarte en lo que tienes ahora y empezar a sentir el presente como el regalo más grande de la vida. Aprende las lecciones de lo que hayas vivido y continúa construyendo tu vida hoy.
Si te empeñas en aferrarte a lo que ya pasó, te perderás lo que sucede hoy y lo que está por venir porque tu foco estará en el pasado. Simplemente suéltalo.
Perdona
Aferrarte al resentimiento, enojo o remordimiento hacia alguien no te ayuda si esperas vivir al máximo tu vida.
Sé que a veces lo hacemos sin ser conscientes de ello, pero déjame recordarte que lo que tú sientes probablemente la otra persona no lo sienta ni haya experimentado jamás.
Quizás alguna situación que disparó el conflicto, un mal entendido, una deuda o algo tan simple como un vínculo que se desgastó con el tiempo, pueden haber derivado en emociones que hoy te atan y perjudican.
Es momento de perdonar, comprender las razones, ser conscientes de que estás enojado y amarrado a algo que ya no te sirve y dejarlo ir.
A la única persona que lastimas cuando no perdonas, es a ti mismo. No tiene ningún sentido, libérate a partir de hoy.
Es una decisión personal, no dependas de nadie más, ni esperes una disculpa o un cambio de actitud de otro. Solo perdona y libérate de ese grillete que te mantiene en un lugar que no te sirve ni ayuda para nada.
Las personas hacen o dicen lo que consideran adecuado en un momento determinado y no puedes controlarlo, así que una vez lo comprendes, puedes deshacerte del dolor que produce el resentimiento, el rencor o la ira.
Falla y continúa
¿Eres de los que tiene miedo de probar algo nuevo porque temen fallar?
Yo también lo era, todos lo somos en algún momento. Pero un día comprendí que las personas exitosas fallaron muchas más veces que la persona promedio y no tardé en darme cuenta que ahí estaba la clave.
Si haces cosas fallarás, te equivocarás y será necesario volver a empezar un montón de veces, pero acaso ¿no es eso lo bonito de la vida?
Cuanto antes falles, antes encontrarás el éxito, siempre que no te rindas, claro está.
Existen dos caminos para alcanzar lo que quieres, perseverar hasta lograrlo o tener miedo al fracaso y ni siquiera dar el primer paso. Si me preguntas, la primera opción es la única válida para mí.
No permitas que el miedo te corte las alas, conseguir tus sueños, en gran parte solo depende de ti y la fortaleza que tengas para volver a levantarte cada vez que te caigas.
Conviértete en la persona más positiva que conoces
Las palabras que usas cuando te comunicas con otros reflejan tus pensamientos y lo que experimentas en tu interior.
Algunos dicen que en lo que piensas la mayor parte del tiempo es en lo que te conviertes y estoy muy de acuerdo. Puedo comprobarlo cada día en mí y la gente que veo.
Revisa a tu alrededor y verás que aquellos que se enredan en conversaciones negativas o chismes se van trasformando en eso mismo, lo notas en su manera de hablar y actuar, sus prioridades y preocupaciones.
Así que personalmente tengo mucho cuidado con lo que consumo, la información que entra en mi vida y mi entorno.
Me alejo de todo lo que pueda aportarme algo que no me sirve y soy muy cauta en mis elecciones cuando hablo, conmigo y con los demás.
Alejarme de personas negativas fue una decisión difícil pero marcó un antes y un después en muchos momentos de mi vida, por lo que doy fe de que funciona.
Si no quieres agotarte ni quedarte sin energía, mantén una distancia prudente de información y personas negativas, tu mente y tu corazón lo agradecerán. La negatividad es contagiosa y tóxica; aléjate de ella todo lo posible.
Las decisiones personales marcan la diferencia entre quedarte fijo en un sitio o moverte hacia tus sueños, lo único que necesitas hacer es confiar en ti y decidir ir hacia adelante.
Decidir es la mejor forma que conozco para cultivar la independencia. Si no lo haces, siempre estarás atado a lo que decida alguien más y no creo que haya nada que vaya más en contra de tu proyecto de vida que estar a merced de las peticiones de otros.
Practica en tu vida, experimenta, toma decisiones y construye cada día la mejor vida que quieras vivir.
Gracias por leerme, nos vemos en el siguiente post.